![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_sicN8PSemAmhoVBmJtcXZcQwPOISTuhdMf03zfHQDBPLGoZ1F2fn0VhEe3HlVS447SLoh9B4ByKabNADsihYQ8_c7TnSUzQsRkxholGkcLAs22RPH69w-HUjCPkYCpNCfPH5AxcBysNv/s400/Per%C3%BA.jpg)
¿Quién no ha asistido alguna vez a en su vida a una exposición cultural en algún museo, centro cultural o incluso habérsela encontrado de imprevisto por la calle?
Pues casi nadie. Y es que las exposiciones son espacios propicios para difundir contenidos culturales. Éstas no sólo convocan sino que envuelven al visitante a través de diferenes artilugios cautivadores, claro está, ello sucede cuando, detrás de la misma, hay todo un proceso minucioso y serio de investigación, conceptualización, montaje y definitivamente creatividad.
Pero, ¿qué ocurre cuando las exposiciones son sólo temporales? En lo particular me ha pasado que quiero fotografiar toda la sala, detalle por detalle o incluso, con ingeniudad reinante, pregunto si puedo llevármela a mi casa, ya que el folleto que me brindaron al ingreso no me basta.
Hoy en día mis dilemas parecen verse disminuidos gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación más conocidas como TIC´s. Gracias a ellas (Internet principalmente) puedo encontrar diferentes exposiciones realizadas en cualquier parte del mundo. Los profesionales y las instituciones culturales lo han entendido así y han roto las barreras temporales y espaciales a las que estaban sujetas sus exposiciones, extendiendo por así decirlo, su ciclo de vida.
¿Un ejemplo? Pues les dejo algunos: dos exposiciones itinerantes realizadas por
SEACEX (Sociedad Estatal para la Acción Exterior) de España.
Les recomiendo que cuando visiten SEACEX vayan a la sección visitas virtuales.